Francisco, un ‘revolucionario’ en el Vaticano
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Cumple 7 meses como
Pontífice y los cambios apenas empiezan. No ha dudado en aplicar reformas que
comienzan a impactar a la Iglesia católica de todo el mundo
MILÁN, 13 de octubre.— Hace poco más de un año, el 6 de
octubre de 2012, el mayordomo del papa Benedicto XVI, Paolo Gabriele, era
condenado a tres años de prisión (reducidos luego a 18 meses) por la
sustracción de documentos reservados que él, una de las personas de mayor
confianza del pontífice, había robado de su escritorio personal.
Así terminaba un capítulo más de Vatileaks, uno de los
mayores escándalos de los últimos tiempos, que evidenciaban la lucha de poder
al interior del Vaticano y muchas irregularidades en el manejo de las finanzas
de la Santa Sede, sobre todo las que tenían que ver con las normativas contra
el lavado de dinero. Un escándalo en el que por cierto, el entonces poderoso
cardenal Tarcisio Bertone, que el 15 de octubre dejará su cargo como secretario
de Estado, tuvo un papel preponderante.
Hoy, cuando el papa Francisco cumple su séptimo mes al
frente del Vaticano, las cosas han comenzado a cambiar en forma y fondo.
Desde sus primeros días como pontífice, la prensa comenzó a resaltar
su cercanía con los más necesitados, con los pobres, los presos, los enfermos,
los inmigrantes. A la par, estuvieron los señalamientos sobre su sencilla forma
de vestir: no más crucifijos enormes de oro y piedras preciosas, no a los lujos
de las vestimentas papales.
Más cercanía con la gente, pues a diferencia de Benedicto
XVI, el carismático papa Francisco ha vuelto a atraer a miles de peregrinos de
todo el mundo que llenan la Plaza de San Pedro cada miércoles de audiencia
general y cada domingo de Angelus (la última encuesta dada a conocer hace un
mes con motivo de los primeros seis meses del papado de Francisco, estimaba que
más de dos millones de fieles habían participado en sus audiencias del 27 de
marzo al 26 de junio).
Mas aún, Bergoglio habla directo y cada misa o cada
encuentro resulta siempre revelador para el futuro de la Iglesia, cuestión que
también ha levantado críticas, pues según algunos analistas, no logra centrarse
sobre un punto.
Los puntos sobre las íes
Lo dijo hace unos días en una plática-entrevista con el
fundador del periódico italiano La República, Eugenio Scalfari: “La corte de la
Curia es la lepra del papado” y “los jefes de la Iglesia en ocasiones han pecado
de narcisistas”. Así resumió el papa Francisco los males de la Iglesia que él,
sin ocultar su deseo de cambiarla, no ha tardado en arrancar las grandes
reformas que desde las congregaciones (reuniones previas al cónclave) se habían
vuelto una exigencia para quien tenía la grande tarea de sustituir a Benedicto
XVI.
Así, a siete meses de su nombramiento, Jorge Mario Bergoglio
ha optado por la transparencia para comenzar a hacer cambios. Desde la Banca
del Vaticano, que por primera vez en la historia dio a conocer su balance, la
legislación más dura contra los padres pedófilos al involucrar a los jueces
civiles; pero sobre todo la reforma de la Curia romana, el gobierno del
Vaticano, a la que acusa de ser demasiado “centralista”.
Pero no es todo. Las finanzas también han comenzado a
verificarse en otras curias y en otras diócesis de Italia y del mundo, donde los responsables,
sacerdotes todos, habían logrado negocios espectaculares escondidos en el velo
religioso.
Ahí está la Curia de Terni, que está bajo investigación por
haber participado en la compra del castillo de San Girolamo; o la renuncia de
los arzobispos de Liubliana por un fraude de 900 millones de euros.
El último caso se ha verificado en Alemania, donde en la
semana explotó el caso del obispo Franz Peter Tebartz-van Elst, quien hizo
construir una sede (para él) de 31 millones de euros, donde sólo la tina de
baño tuvo un costo de 15 mil euros, obviamente con recursos de la iglesia
local, la de Limburgo.
Apenas comenzaba octubre cuando se reunió por primer vez con
el Grupo de los Ocho cardenales encargados de analizar el nuevo golpe de timón
que tendrá que encabezar la Curia. Hoy se habla ya de una nueva constitución
que logre más control al interior del Vaticano, pero sobre todo, que ayude más al
exterior. Va a comenzar por los dineros pero también observando que los
ministros de la Iglesia, de verdad hagan trabajo por las comunidades donde les
toca trabajar, porque al fin, y al cabo, la misión de Francisco es volver
acercar a la Iglesia a las necesidades reales de la gente, sin importar que los
fieles sean divorciados, gays o mujeres que han abortado, como lo ha dicho.
Menos poder
Apenas el miércoles pasado la Santa Sede anunció una nueva
ley en materia de transparencia, vigilancia e información financiera, que entre
sus principales objetivos estará ajustarse a las reglas internacionales de
control contra el lavado de dinero.
Es la nueva ley, la número 18, que ya entró en vigor y con
la cual ahora cada actividad financiera que se lleve a cabo en el territorio
vaticano deberá tener una autorización preventiva y pasar los controles de la
AIF (Autoridad de Información Financiera), cuyo poder de vigilancia y de
sanción se reforzará notablemente, en particular sobre entes como el IOR
(Instituto para las Obras de la Religión) y el APSA (Administración del
Patrimonio de la Sede Apostólica).
Con las nuevas normas de antirreciclaje, Bergoglio impone la
transparencia sobre la burocracia vaticana, pero además en las intenciones de
Francisco, la ley 18 cierra la estación de las guerras internas (Tarcisio
Bertone contra Attilio Nicora) y redistribuye los poderes para impedir más
escándalos de los sagrados negocios”, afirma el vaticanista Giacomo Galeazzi.
Asegura que con esta nueva ley también termina la época de
los portafolios llenos de dinero (como hizo monseñor Nunzio Scarano, el ex jefe
contable del APSA, que ahora está en la cárcel por querer pasar 20 millones de
euros desde Suiza hacia Italia), pues Bergoglio fijó un límite para transferir
dinero en efectivo después del Tíber: incluso para las transferencias
internacionales que salgan del Vaticano
el límite será de diez mil euros.
Con las nuevas reglas, desde el miércoles, el presidente del
Gobernatorado tendrá también la tarea de realizar la llamada “lista negra” de
los sujetos en riesgo, a los cuales automáticamente se les prohibirá la compra
de bienes y otros servicios mientras estén en investigación.
El presidente del IOR, Ernest von Freyberg, ya ha mandado
mil 300 cartas para cerrar cuentas donde están depositados 320 millones de
euros, las cuales pertenecen a personas o entes que simplemente no tienen
derecho a tener una cuenta en el IOR.
Pero la Secretaría de Estado no tendrá menos poder en cuanto
a los dineros del Vaticano, sino en todo, pues a partir del 15 de octubre,
cuando el puesto sea ocupado por el cardenal Pietro Parolin, se prevé que ésta
se convierta en una secretaría de servicio para toda la Iglesia y no en un
centro de poder sobre todas las cortes, casi como una simple secretaría del Papa.
Reforma de la Curia
Sobre este tema también se habló en la reunión de tres días
que encabezó el Consejo de Cardenales, ya conocido como el Grupo de los 8, para analizar sobre
todo la reforma de la Curia romana, que durante muchos años ha servido para que
algunos cardenales acumulen poder y riquezas.
El cardenal hondureño Óscar Maradiaga, presidente de Caritas
Internacional, y quien el pontífice eligió como jefe del Consejo de Cardenales
provenientes de los cinco continentes, aseguró que la prioridad es el Sínodo de
Obispos, un instrumento instituido después del Concilio Vaticano II, pero que
no siempre ha sido eficaz ni de ayuda para las tareas del Papa, ni para las
tareas de la Iglesia en general.
Lo que nosotros estamos proponiendo no son retoques, sino
una verdadera reforma de la Curia. Sabemos que se requerirá tiempo porque
además queremos que el proyecto se discuta con quienes siempre han esperado una
aportación por parte de los obispos”, señaló Maradiaga, quien asegura que la
Curia ha crecido tanto que ahora se analiza prescindir de algunos dicasterios,
es decir, congregaciones, colegios o consejos pontificios que, juntos,
constituyen la Curia.
Los caminos de la providencia son aquellos que
verdaderamente guían a la Iglesia. Nadie habría sospechado que con Juan Pablo
II, quien llegó desde Polonia, se hubiera caído la cortina de hierro. Después
con el papa Benedicto XVI se pusieron los cimientos teológicos a cosas
fundamentales como
el amor, la esperanza y la fe. Ahora con el papa Francisco ha llegado el
momento de acercar más al pueblo de Dios a tráves del afecto, pero también a través de cosas
más simples, más esenciales para la vida cristiana que tocan los problemas cada
día y, sobretodo, tocan el corazón”.
“Estamos justo en esta etapa de la providencia que nos lleva
a estar más cerca a las enseñanzas del
Concilio Vaticano II. También la reforma de la Curia responde a esta exigencia,
de que no sea un organismo fuera del
mundo o sobre el mundo, sino en el mundo buscando siempre servir. Es justo el
concepto que Francisco tiene de la autoridad: la de servir”, dice Maradiaga.
La próxima reunión del Grupo de los Ocho Cardenales se
llevará a cabo en diciembre, sin embargo, el camino está ya trazado.
El Papa cercano
Hace siete meses la historia de la Iglesia católica dio un
giro radical con la elección del primer Papa
proveniente de América, quien en menos de un año ha buscado mostrar un rostro
diferente del
catolicismo, más abierto y cercano a los creyentes.
Desde el inicio de su pontificado, el argentino Jorge Mario
Bergoglio se caracterizó por su humildad, su carisma y cercanía con la gente,
no sólo católica, sino también de otras confesiones e ideologías, en algunas
ocasiones muy lejanas a las que se profesan en ese credo.
Temas como
el ecumenismo, la mayor inclusión de la mujer en la Iglesia, el divorcio, la
homosexualidad y la transparencia vaticana han sido sólo algunos de los que el
papa Francisco tiene previsto abordar mientras ocupe el trono de Pedro.
De acuerdo con vaticanistas, Francisco busca en todo momento
tomar decisiones sobrias, no viajar con una gran escolta ni usar los lujosos
vehículos que posee el Vaticano. Como se pudo ver durante su primer viaje
apostólico a Río de Janeiro, Brasil, en el cual estuvo presente Excélsior, el
Papa gusta de estar en medio de la gente, saludando a enfermos y a jóvenes,
bromeando con niños y siendo el primero en cumplir su mandato a los obispos de
“ser pastor con olor a oveja”.
Para el especialista
italiano Andrea Tornielli, el papa Francisco, “con sus palabras y sus ejemplos,
está llegando a un número cada vez mayor de personas. Y los que sostienen que
hasta ahora no ha hecho nada significativo, evidentemente refiriéndose a
reformas estructurales, están perdiendo de vista lo que ya está cambiando”, indicó.
El discurso de Jorge Mario Bergoglio se centra en la
misericordia de Dios, la cercanía de la Iglesia con sus feligreses y el mensaje
principal del
perdón y el amor; constantemente lamenta que muchos católicos gustan de
condenar a los demás.
Durante su estancia en Brasil, el Papa dirigió el siguiente
mensaje sobre la situación actual de la Iglesia católica: “Sin la misericordia
hay poco que hacer hoy, para insertarse en un mundo de heridos que necesitan
comprensión, perdón, amor. Se requiere una Iglesia, capaz de hacer compañía,
capaz de descifrar la noche contenida en la fuga de tantos hermanos y hermanas.
Se requiere una Iglesia que no tenga miedo de salir a su noche, capaz de
cruzarse con su camino”.
Respecto de esto, Tornielli considera que el primer elemento
del pontificado de Francisco es el testimonio personal del mensaje evangélico,
“pequeños y grandes gestos, las pequeñas o grandes decisiones cotidianas, su
capacidad para reunirse con todos y hablar a todos, su ser simplemente sí
mismo, lo han vuelto no sólo creíble, sino, sobre todo, cercano. El Papa es
percibido por muchísimas personas en todo el mundo como uno de nosotros”.
Divorcio y comunión
El tema de los divorciados vueltos a casar está contemplado
en la agenda del nuevo Papa, pues durante el
vuelo de regreso a Roma proveniente de Río
de Janeiro aseguró que este asunto debe ser estudiado
detalladamente con el objetivo de encaminar a la Iglesia hacia una pastoral
matrimonial con mayor profundidad.
De acuerdo con el especialista en temas religiosos José
Fernando Morales, durante una reunión con integrantes de la Curia romana, el
papa Francisco afirmó ante sus colaboradores que el tema del divorcio no se
puede reducir solamente a dar o no la comunión a las parejas separadas que se
han vuelto a casar, pues quienes plantean la cuestión en estos términos no
comprenden cuál es el verdadero conflicto ante la responsabilidad de la Iglesia
respecto de las familias que pasan por esta experiencia.
En el interior de la Iglesia, uno de los primeros caminos
que es necesario que se exploren es que aquéllas parejas divorciadas, que a los
ojos de las enseñanzas de la Iglesia viven en una situación de pecado, no se
sientan rechazadas. Francisco es lo que busca, que quienes viven la dolorosa
experiencia del
divorcio y posteriormente vuelven a casarse no se sientan excluidas por la
Iglesia; recordemos los innumerables discursos centrados en el perdón y la
misericordia que ha pronunciado el Papa”, puntualizó Morales.
Homosexualidad
En una entrevista para un medio católico, el papa Francisco,
ante la pregunta sobre cómo debe ser la pastoral con los divorciados vueltos a
casar o con los homosexuales, indicó que “tenemos que anunciar el Evangelio en
todas partes, predicando la buena noticia del reino de los cielos y curando,
también con nuestra predicación, todo tipo de heridas y cualquier enfermedad.
En Buenos Aires
recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos heridos sociales,
porque me dicen que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado, pero la
Iglesia no quiere hacer eso”.
Meses antes, al concluir su viaje a Brasil con motivo de la
Jornada Mundial de la Juventud, durante el vuelo en que regresaba a Roma, el
máximo líder de la Iglesia católica sostuvo ante medios de comunicación que si
una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, él no es quién para
juzgarla.
Cuando Francisco ofreció estas declaraciones en el avión
papal, simplemente puntualizó lo que dicta el catecismo de la Iglesia católica
respecto de que la religión tiene derecho de expresar sus propias opiniones al
servicio de las personas, pero, como el propio Papa dijo, Dios en la creación
nos ha hecho libres por lo que no es posible una injerencia espiritual en la
vida personal”, explicó Fernando Morales.
Respecto de las declaraciones del papa Francisco con
relación a estos temas, Joaquín Arce, líder de un grupo de apoyo a personas
homosexuales en la Ciudad de México, indicó que lo que el Papa busca es mostrar
mayor apertura de la Iglesia ante la pérdida de feligreses por su “poca”
comprensión en relación a la homosexualidad y otros temas relacionados,
aseguró, con el “progresismo”.
Percibimos un gesto de apoyo, no al cien por ciento, por
parte del papa Francisco; sí, hay que reconocer que es un avance, aunque el
propio Papa ha dicho también que la postura de la Iglesia católica no cambiará
respecto del matrimonio entre personas del mismo sexo”, detalló Arce
Valladares.
Defensa total de la vida
Tras la entrevista con la Civiltá Cattolica, muchos
malinterpretaron el mensaje de Jorge Mario Bergoglio respecto del aborto y los
métodos anticonceptivos, pues erróneamente consideraron que al Papa poco le
importaba la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural,
asegún lo planteó el ex religioso Ernesto Sanvicente.
Recordó que durante un discurso realizado en el Vaticano,
Francisco aseguró que el fin último de la acción médica sigue siendo en todo
momento la defensa y la promoción de la vida, pues el primer derecho de la
persona humana es su vida.
“Con esto, el Papa no contradice lo expuesto por sus
predecesores respecto de la oposición de la Iglesia católica al aborto o al uso
de métodos anticonceptivos.}
Piden no asustarse
Para monseñor Agustín
Rivera es necesario que los fieles católicos no se asusten con las
declaraciones del Papa, pues, contrario a lo que muchos medios han difundido
con el objetivo de distorsionar el mensaje central, Francisco no está
contradiciendo las enseñanzas de la Iglesia ni lo que han enseñado los
anteriores pontífices.
Respecto de las uniones entre personas del
mismo sexo, sostuvo que el Papa quiere que los homosexuales y las lesbianas no
sean rechazados y alejados por el catolicismo porque lo sean, pues el mensaje
principal del
cristianismo es la misericordia.